Sé la chispa desgarrando la noche:
en tu efímero instante
quema tu huella palpitante
en la retina de los ciegos.
Sé sendero:
quiebra el aire
al atravesar el tiempo;
cincela con fuego los cielos.
Que cuando alcen la vista
sientan lo sublime
lo eterno
de tu movimiento.
Sé sendero,
sé polar
sé guía;
en tu chispa está la fuerza
que une tierra y firmamento.
Thursday, 28 September 2017
Saturday, 8 July 2017
Te pido
Tan lejos
tan cerca;
la distancia es grande
y aún así siento en mis entrañas
el dolor de tu vacío.
Lo siento porque también es mío.
No tomes tu confusión por falta de equilibrio,
no cargues a tu culpa las dudas;
no es todo sino parte de nuestro destino.
Puesto
que
somos
hijos bastardos del Caos,
arrojados al mundo sin mediar palabra,
como único sentido
mapas obsoletos
y el pelearse por las migajas
que no son sino las ascuas de una tierra que se abrasa.
hijos bastardos de una sociedad
que ha hipotecado nuestros destinos
que nos ha quemado vivos, capado nuestros sentidos
para abandonarnos,
solos,
muy lejos del camino.
Aturdidos, perdidos,
imposible conciliar lo anhelado,
profundamente sentido,
con el yermo barrizal que nos rodea
infinito.
Oscuro como parezca el sendero
yo te pido
-no-
disculpame
pero
te
ruego
de alma a alma, con todo mi ser sentido,
que no te rindas.
Que perseveres,
que de las entrañas saques fuerzas
y en un ciego acto de fé
avances
con obstinada terquedad
como si claro fuese el objetivo.
Porque te aseguro que aquello que nos vuelve locos
es también la llave de nuestro camino.
Somos Titanes
sosteniendo a hombros el cielo en su caida.
Pero no es ahí donde ha de estar nuestra energía;
hemos de girar nuestra vista,
saber dónde buscar, redescubrir los viejos senderos,
y,
en un golpe maestro,
lanzarnos a por ellos, con garras, dientes
e impecable valía.
Somos dioses, oro alquímico,
brillantes almas atrapadas en laberintos.
Cada uno de nosotros con el poder de mover mundos.
Así que
no te desangres por las grietas que se abren al abismo.
No lo hagas.
Por favor.
Sólo
te pido,
te pido,
que te levantes y luchemos.
Que nos apoyemos.
El camino es solitario;
nuestra Gran Guerra,
invisible, mental, terrible.
Es por ello que ver a otro espíritu,
brillante, hermoso, guerrero,
desfallecer en el camino
es algo que no puedo,
no quiero aceptar.
Álzate, levántate,
luchemos, peleemos;
estamos en el momento decisivo,
el más importante vivido, pues es nuestro.
Tenemos capacidad infinita,
empuñémosla con voluntad de acero
y arrojémonos con pasión.
Pues el mundo exige, más que nunca,
almas valientes que
aun con la espalda en el abismo
encuentren las soluciones,
levanten los estandartes
e iluminen los nuevos caminos;
aquellos que nos llevarán a mundos
tan brillantes como los que soñamos.
Compañera,
te pido
te pido,
que no te rindas.
Te pido
que incendies tu alma
para que podamos emprender la batalla
que nos devuelva las alas.
Que tu espíritu ardiente
brille con tal pasión
que al mundo sirva de faro y mapa.
No te rindas.
Peleemos.
Vivamos
Y que si caemos,
sea con los dientes hincados
la emoción palpitante
y el deber cumplido.
Las célebres órdenes de la noche, de Anselm Kiefer (1997)
tan cerca;
la distancia es grande
y aún así siento en mis entrañas
el dolor de tu vacío.
Lo siento porque también es mío.
No tomes tu confusión por falta de equilibrio,
no cargues a tu culpa las dudas;
no es todo sino parte de nuestro destino.
Puesto
que
somos
hijos bastardos del Caos,
arrojados al mundo sin mediar palabra,
como único sentido
mapas obsoletos
y el pelearse por las migajas
que no son sino las ascuas de una tierra que se abrasa.
hijos bastardos de una sociedad
que ha hipotecado nuestros destinos
que nos ha quemado vivos, capado nuestros sentidos
para abandonarnos,
solos,
muy lejos del camino.
Aturdidos, perdidos,
imposible conciliar lo anhelado,
profundamente sentido,
con el yermo barrizal que nos rodea
infinito.
Oscuro como parezca el sendero
yo te pido
-no-
disculpame
pero
te
ruego
de alma a alma, con todo mi ser sentido,
que no te rindas.
Que perseveres,
que de las entrañas saques fuerzas
y en un ciego acto de fé
avances
con obstinada terquedad
como si claro fuese el objetivo.
Porque te aseguro que aquello que nos vuelve locos
es también la llave de nuestro camino.
Somos Titanes
sosteniendo a hombros el cielo en su caida.
Pero no es ahí donde ha de estar nuestra energía;
hemos de girar nuestra vista,
saber dónde buscar, redescubrir los viejos senderos,
y,
en un golpe maestro,
lanzarnos a por ellos, con garras, dientes
e impecable valía.
Somos dioses, oro alquímico,
brillantes almas atrapadas en laberintos.
Cada uno de nosotros con el poder de mover mundos.
Así que
no te desangres por las grietas que se abren al abismo.
No lo hagas.
Por favor.
Sólo
te pido,
te pido,
que te levantes y luchemos.
Que nos apoyemos.
El camino es solitario;
nuestra Gran Guerra,
invisible, mental, terrible.
Es por ello que ver a otro espíritu,
brillante, hermoso, guerrero,
desfallecer en el camino
es algo que no puedo,
no quiero aceptar.
Álzate, levántate,
luchemos, peleemos;
estamos en el momento decisivo,
el más importante vivido, pues es nuestro.
Tenemos capacidad infinita,
empuñémosla con voluntad de acero
y arrojémonos con pasión.
Pues el mundo exige, más que nunca,
almas valientes que
aun con la espalda en el abismo
encuentren las soluciones,
levanten los estandartes
e iluminen los nuevos caminos;
aquellos que nos llevarán a mundos
tan brillantes como los que soñamos.
Compañera,
te pido
te pido,
que no te rindas.
Te pido
que incendies tu alma
para que podamos emprender la batalla
que nos devuelva las alas.
Que tu espíritu ardiente
brille con tal pasión
que al mundo sirva de faro y mapa.
No te rindas.
Peleemos.
Vivamos
Y que si caemos,
sea con los dientes hincados
la emoción palpitante
y el deber cumplido.
Las célebres órdenes de la noche, de Anselm Kiefer (1997)
Sunday, 28 February 2016
Storm
And the storm rises
And Henson sings
while
away
The souls
fly
In a sad,
beautiful flow
of bright minds
reaching for the skies
-
Saturday, 23 January 2016
Incitación al vuelo
El ruido nos envuelve
la furia nos consume
y, con
obstinada frustración
quebramos la árida tierra
Golpe
profundo
oscuro
Golpe
perdiendo el alma en cada
Golpe
buscando el imposible manantial
Yermo terreno
nos rodea
Denso
Agotador
nos abrasa
nos entierra
Respirar,
cada día,
un suspiro más difícil
Y continuamos
obstinados
el trayecto
El sentido -
- el sentido ya perdido
Ciegos
pobres ciegos
Sin sentir
olvidadas ya
a nuestras espaldas
las enormes alas
aquellas que portamos
desde que el primer simio
entendió
la luna llena y lloró
Alas
de plata pura
Alas
de imaginación
Alas
para surcar los cielos
la furia nos consume
y, con
obstinada frustración
quebramos la árida tierra
Golpe
profundo
oscuro
Golpe
perdiendo el alma en cada
Golpe
buscando el imposible manantial
Yermo terreno
nos rodea
Denso
Agotador
nos abrasa
nos entierra
Respirar,
cada día,
un suspiro más difícil
Y continuamos
obstinados
el trayecto
El sentido -
- el sentido ya perdido
Ciegos
pobres ciegos
Sin sentir
olvidadas ya
a nuestras espaldas
las enormes alas
aquellas que portamos
desde que el primer simio
entendió
la luna llena y lloró
Alas
de plata pura
Alas
de imaginación
Alas
para surcar los cielos
Humano
Humano
maltrecho
Ser
descompuesto
Enjambre de
elementos
que orbitan
caóticos e
inciertos
abrumados de
existir.
En la más
negra noche
-ermitaño
ya, desesperado el salto-
caes
caes
en la caverna interior
en la urdidumbre de la imaginación;
caes
en la caverna interior
en la urdidumbre de la imaginación;
a tientas, trenzando
hilos de
plata
ríos de
sangre
tu
sol singular.
Eterno danzar
físico
mental
...buscando...
...buscando...
Aquel
momento, único.
Aquel claro,
primordial.
Donde
extasiados podrás
una vez más
ascender
trepar
volar
rozar
con tus
yemas
la consciencia de
la consciencia de
aquel primer -tú- ser
que
observando las moteadas estrellas
conjuró el
primer verbo.
Aquel verbo
con
el que
cayó.Aquel verbo
con
el que
Maltrecho.
Descompuesto.
Humano.
Tempestad
Poema recuperado de un naufragio
hace ya más de cuatro años
Quiero ser las velas, no
hace ya más de cuatro años
Quiero ser las velas, no
las tempestades
de tu barco
de tu viaje
Me duelen las manos
de tu sangre
de tus sueños
Y poco valen palabras, supongo
pero guardar-las hace monstruos
Sunday, 7 September 2014
(Nuestras) Viejas células (y 2)
Nosotros,
dioses de (nuestras) propias vidas
hurtado (nuestro) toque creador
por (nuestras) conciencias malditas,
insistiendo en cargar, el peso
inútil de ilusas cadenas
tejidas con los cadáveres de
aquellas pútridas células que
se creyeron las ilusiones
mortales, las falsas imágenes
vertidas por constructos de
vidas, fantasmas, por aquellos que,
queriendo arrancar nuestra
semilla para su beneficio, hicieron
sentir corderos a (nosotros),
ballenas de un mar antiguo,
dioses de un futuro infinito.
dioses de (nuestras) propias vidas
hurtado (nuestro) toque creador
por (nuestras) conciencias malditas,
insistiendo en cargar, el peso
inútil de ilusas cadenas
tejidas con los cadáveres de
aquellas pútridas células que
se creyeron las ilusiones
mortales, las falsas imágenes
vertidas por constructos de
vidas, fantasmas, por aquellos que,
queriendo arrancar nuestra
semilla para su beneficio, hicieron
sentir corderos a (nosotros),
ballenas de un mar antiguo,
dioses de un futuro infinito.
(Illustration by Mahendra Singh)
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